La Asignación Universal por Hijo (AUH) consagra un nuevo marco en las políticas sociales en Argentina porque a partir de una decisión del Gobierno Nacional se instrumentó una medida transformadora que iguala a los hijos de los trabajadores regularizados con el resto de los niños, niñas y adolescentes, cuyos padres se encuentran sin empleo formal.
La AUH promovió la ruptura de una política  focalizada y propuso un abordaje universal, entendiendo  que el Estado debe garantizar los derechos con inversión pública en el marco de  un país que empieza a recuperar su soberanía económica.
No hay que olvidar que la recuperación de los fondos de las AFJP  permitieron crear la AUH y actualmente Argentina ha logrado invertir casi el  0.57% de su PBI y posicionarse como la sociedad mas igualitaria de América  Latina.
La situación educativa de aquellos que no estaban  incluidos en el sistema varió favorablemente a partir de  la implementación de la AUH. Hay nuevas instituciones que dan respuestas  complejas e integradas como las que necesitan los ciudadanos y ciudadanas que  estaban excluidos de sus derechos. Y destacamos la muy eficiente articulación  entre distintos organismos del Estado que participaron y participan de su  ejecución.
En el marco de estas transformaciones y del  surgimiento de nuevos actores, hemos conformado la Red  de Organizaciones Sociales por el Derecho a la Educación. Integrada por más de  1000 organizaciones de 22 provincias del país, es una estrategia nacional que  promueve la reinclusión, permanencia y egreso en todos los niveles del Sistema  Educativo. Basa su accionar en la participación activa de las organizaciones de  la comunidad acompañando el quehacer de las escuelas. Facilita a través de  espacios y propuestas a niños, niños, jóvenes y familias en situaciones  vulnerables el acceso a sus derechos.
Desde este compromiso, la Red comprueba  diariamente el impacto de las políticas educativas en las comunidades.  Fundamentalmente, el fortalecimiento de las familias que les está permitiendo  garantizar el derecho a la educación de sus hijos. De esta manera, las políticas  educativas son parte de un proyecto de país mucho más grande que valoriza el  trabajo de los adultos y genera las condiciones para que las familias puedan  hacer que sus hijos estén mejor en las escuelas. 
Es sensiblemente notable que hay más pibes y pibas en todas las escuelas del país y hay  fundamentalmente una toma de conciencia diferente respecto al derecho que tienen  de asistir a la misma y recibir y exigir una educación de calidad.
La motivación de las madres y padres de los  niños, niñas y adolescentes también se ha transformado a  partir de la AUH debido a que el Estado se obliga a garantizarles un lugar y  reconocerles efectivamente su derecho a estudiar.
En este sentido las políticas educativas forman  parte de una trama donde se integran distintos  programas, acciones, líneas de trabajo (la construcción de escuelas, la entrega  de libros y equipamientos, una importante agenda de jerarquización de la  educación pública entre las cuales se destaca el programa Conectar Igualdad, el  Plan Fines, entre otras iniciativas.) A esta trama se ha sumado la AUH que hoy  se ha constituido en una nueva institucionalidad de reconocimiento de derechos y  que marca un nuevo piso de igualdad social en Argentina. Ya no se podrá volver  atrás sin que esto implique una vulneración de derechos de gran parte de la  sociedad. Como tal, se trata de una decisión fundamental y transformadora de la  realidad social de nuestro país. 
Las organizaciones de la red dan cuenta cotidianamente con su trabajo, de las modificaciones  estructurales, del mejoramiento de las posibilidades educativas y del impacto  que la AUH ha producido. Miles de escuelas de todo el país, con las que  interactuamos regularmente, dan cuenta de estas mejores sustanciales y de los  mayores desafíos que deben enfrentar. Miles de estudiantes han vuelto a la  escuela. En el nivel primario, en el que Argentina ya ha alcanzado niveles  altísimos de escolaridad, la mejora se nota en mejores condiciones para poder  asistir a la escuela lo que redunda en una mayor retención educativa. En el  secundario, especialmente en las escuelas públicas, vemos el regreso a la  escuela de un gran número de adolescentes y jóvenes. Esto ha presentado nuevos  desafíos a las escuelas, pero son oportunidades importantes para mejorar en  justicia educativa.
Los jóvenes que participan en las organizaciones  de la Red, que superan los 20.000 de todo el país, dan cuenta de esta  perspectiva en una declaración realizada con motivo de un Encuentro Nacional.  Afirmaron allí: “Somos jóvenes de organizaciones  sociales que todos los días trabajamos por el derecho a la educación acompañando  y motivando a otros jóvenes y niños para que puedan seguir sus estudios y  terminar. Hoy desde el Estado, se garantiza nuestro derecho por ejemplo con la  Asignación Universal por Hijo.”
Al lanzar la AUH, el Estado asume la responsabilidad de garantizar que todos los niños, niñas y  adolescentes estén en la escuela y finalicen la escuela secundaria. La gente de  nuestras comunidades más pobres y que ha sido históricamente excluida ha vuelto  a descubrir que el Estado valora la educación de sus hijos e hijas y,  especialmente, a la Escuela Pública. Y ve que esta opción del Estado se expresa  en la decisión de implementar programas como el Conectar Igualdad, el Fines y la  AUH, en donde se prioriza la Escuela Pública, frente a otras  alternativas.
Todas estas políticas van produciendo  un cambio fundamental en la conciencia social de nuestro  pueblo que ha comenzado en los últimos años y que implica un proceso que llevará  tiempo pero que es inexorable. Ante estas afirmaciones, pensar que los cambios  educativos pueden medirse en plazos cortos, con evaluaciones superficiales, como  manifiestan algunas voces en nuestra sociedad, es no entender la dinámica de  estos escenarios. Y no se trata de críticas ingenuas y por eso no pueden dejarse  pasar impunemente. La educación argentina va por buen camino y no debemos  detenerla. Falta mucho por hacer, pero estamos entre todos construyendo  escenarios en donde se están dignificando e incluyendo sectores históricamente  relegados. 
Las organizaciones sociales de la Red  estamos sumando a los esfuerzos que se hacen  hoy día desde diversos sectores de nuestro país por sostener esta  direccionalidad educativa que propone y conduce el Gobierno Nacional. Y nos  sumamos entusiasta y comprometidamente en este sentido porque nos damos cuenta  que estamos ante una oportunidad histórica de consolidar un país mejor también  desde la educación. 
Mesa  Nacional
Red de Organizaciones Sociales
Por el Derecho a la Educación


 
 
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