UNASUR debe blindar a la región de los impactos de la crisis financiera de los países industrializados.
Las Redes y organizaciones abajo firmantes saludamos la reunión extraordinaria que tuvieron los Presidentes y Jefes de Estado de UNASUR en Lima, convocada por el presidente peruano Ollanta Humala. Esta se constituye en un paso más para concretar una integración suramericana enfocada en el crecimiento económico, pero también en el desarrollo social de la población. En esta oportunidad queremos resaltar la necesidad de fortalecer una visión compartida entre la ciudadanía y los gobiernos de la región sobre la importancia de una integración financiera y económica.
En ese sentido, compartimos los acuerdos del COMPROMISO DE LA UNASUR CONTRA LA DESIGUALDAD, porque resaltan una apuesta por “eliminar la desigualdad socioeconómica, lograr la inclusión social y procurar la participación ciudadana, fortaleciendo la democracia, la soberanía y la independencia de los Estados” y felicitamos los últimos avances en la construcción de la institucionalidad requerida para ello.
Por eso, consideramos importante la próxima reunión técnica de los Ministros de Economía en Lima, los primeros días de agosto, que tiene la finalidad de analizar medidas conjuntas para evitar los efectos de la crisis en Estados Unidos y Europa. Ante ella y ante la reunión del Consejo Suramericano de Ministros de Economía y Finanzas de la UNASUR, que le seguirá en Buenos Aires, queremos señalar lo siguiente:
1. La crisis financiera internacional no ha cesado. Los problemas fiscales y de deuda que enfrentan los países europeos y EEUU son una llamada de alerta que evidencia que la economía global, como la conocemos, se está desmoronando y la región corre el riesgo de ser arrastrada con ella, pese a sus importantes recursos en reservas internacionales.
2. Es importante seguir avanzando en la construcción de una nueva arquitectura financiera regional, que permita a los países de Suramérica protegerse de las crisis externas generadas por un sistema económico que está colapsando y evidenciando sus falencias. Impulsamos las demandas públicas para impedir que sigamos siendo “simples espectadores” de la crisis y la necesidad de discutir y adoptar medidas conjuntas.
3. La institucionalidad política de UNASUR debe ser complementada con entidades financieras, tales como el Banco del Sur enfocado en promover la producción en los sectores más vulnerables y empobrecidos que no cuentan con acceso a recursos financieros en el sistema actual. Este banco debe apoyar y promover la producción de alimentos y la soberanía alimentaria, la generación y el acceso a los servicios de salud, la construcción y el acceso a conocimiento y educación, así como la lucha contra la pobreza y el cambio climático.
4. Debe trabajarse también por la generación de una UNIDAD de cuenta Regional, que reemplace al dólar como moneda de intercambio y que se convierta en un referente adicional en el mercado internacional. El SUCRE y otras iniciativas de SWAPS son pasos positivos que reflejan la necesidad de la región de dejar de relacionarnos en dólares para evitar costos de transacción y de depreciación de una moneda externa que tiende a seguir cayendo.
5. Es urgente apoyar la iniciativa del gobierno de Ecuador para la creación de un Fondo Monetario del Sur, que actúe como un fondo de reservas de estabilización regional para atenuar eventuales efectos negativos en la región de la crisis financiera que afronta Estados Unidos permitiendo a los países de la región solucionar problemas de déficit y liquidez, sin tener que recurrir a las IFIs y sus condicionalidades. Esto, además, pondría en valor las reservas internacionales de la región. Una reformulación del FLAR puede ser un paso inicial en el sentido de un necesario fortalecimiento y recuperación de su sentido original.
6. Es necesario que los países de la región abandonen la solución de sus conflictos a través del CIADI, tribunal que depende del Banco Mundial. Debemos seguir pensando en la construcción de mecanismos soberanos o eventualmente regionales o internacionales no parcializados hacia la inversión y las transnacionales, dejando atrás la lógica y el enfoque de los Tratados de Protección de Inversiones.
7. Los flujos financieros internacionales llegan con un afán especulativo a la región, generando volatilidad en los tipos de cambio y con ello impactos en la economía real de nuestros países, tanto a nivel comercial como en la pérdida de reservas internacionales. Es urgente protegernos de la volatilidad de estos flujos, que vienen atraídos por los precios de las principales commodities producidas en la región, pero que rápidamente se van, afectando a la economía en su conjunto. Por eso, también debemos construir mecanismos de regulación financiera regional, para disminuir los impactos de contagio de las crisis internacionales, limitar los flujos especulativos y facilitar el uso de controles de capitales, Impuestos a las Transacciones financieras en favor de la región, entre otros mecanismos de regulación.
8. Los gobiernos y las corporaciones estadounidenses y europeos han utilizado los acuerdos “comerciales” y las agencias internacionales como la Organización Mundial de Comercio (OMC) para empujar a nuestros países a ejecutar la desregulación financiera extrema, garantizando que no se puedan revertir estas políticas. Para proteger el espacio político de la nueva arquitectura financiera regional y utilizar mecanismos de regulación financiera, se debe dejar de lado estas políticas de desregulación.
Los impulsamos a implementar y profundizar el Plan de Acción elaborado por el Consejo de Desarrollo Social, a establecer una Agenda de Acciones Sociales y a la creación de grupos de trabajo orientados a fomentar la cooperación en todos los sectores estratégicos. Es importante seguir trabajando en alternativas a la matriz energética y productiva que no afecten el medio ambiente y depreden nuestros recursos vitales y la institucionalidad de UNASUR debe aportar a esto. La sociedad civil regional involucrada en estos temas tiene propuestas concretas y demanda que se le dé un espacio con voz para aportar en la construcción de la nueva institucionalidad con mecanismos participativos efectivos.
La Comisión Directiva de ETIS aprobó la adhesión a este pronunciamiento en su reunión Nº 130 del 11/08/11. Se consideraron especialmente las opiniones del miembro del Consejo Asesor de ETIS, Mg. Ricardo Aronskind (UBA-UNGS)
No hay comentarios:
Publicar un comentario