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sábado, 4 de junio de 2011

Falleció Juanita, quien fuera compañera de "José Tedeschi"

Reproducimos un trabajo de investigación de un Grupo Juvenil de ETIS

Introducción

Cierta vez estando en una reunión con los chicos de los Grupos Juveniles de ETIS, uno de los jóvenes a mi cargo me preguntó:

-¿Por qué la Sociedad de Fomento se llama “José Tedeschi”?.
- Muy bien no sé, pero si les parece podríamos averiguarlo- fue mi respuesta.

Lo primero que hicimos fue comentárselo a “Manga”, amigo y Coordinador del Programa Grupos Juveniles en el Barrio Itatí.

En vez de darnos la respuesta (sabíamos que si había alguien que lo sabía era él) nos invitó a investigar el tema. Y que pusiéramos por escrito todo lo que averiguamos, para compartirlo con otros adolescentes, jóvenes y vecinos del barrio.

Comenzamos a preguntar quiénes y qué conocían de esta persona. A partir de ese momento se armó una cadena de charlas, de entrevistas y datos, con lo que fuimos reconstruyendo su historia.

Hicimos primero este texto. También un video con las entrevistas que hicimos.

Nos dimos cuenta que su historia es nuestra historia. Es nuestro deseo que todo chico, joven, adulto… todo  vecino del barrio, alguna vez al menos, haya oído sobre él y reconozca en su vida marcada por el compromiso, un modelo a seguir.





Grupo Juvenil “Bad Boys” - ETIS


Tutora: Paula Cifuentes

Jóvenes participantes: Sergio Mansilla, Matías Baigorria,
Luis Ríos, José Brito, Adrián Mieres.





Primer paso: el cura

Cuando iniciamos nuestras entrevistas, un vecino nos comentó que en la Parroquia del Hospital de Quilmes, el Padre Roberto nos podría ayudar. Lo fuimos a ver y nos recibió con mucha cordialidad.

Cuando le preguntamos al Padre Roberto qué recordaba de José, nos dijo que “el Evangelio enseña que Jesús considera a los pobres, a los que sufren, a los que padecen necesidades y enfermedades, objeto de su preferencia. Y que la corrupción, la mentira, la injusticia producen su indignación”.

Ante nuestra mirada de desconcierto, siguió diciendo: -José Tedeschi, interpretó con claridad que seguir a Jesús es comprometerse, juntarse, compartir el sufrimiento de los que están más abajo...

Nos contó que José fue designado cura párroco de la Parroquia Don Bosco. Fue ahí cuando se acercó enseguida a la “Villa Itatí”, como se conocía a nuestro Barrio.

Conoció las condiciones de vida de los que aquí vivían y quiso hacer de este barrio, de su gente, su opción de vida.

Predicó el Evangelio con quienes consideraba eran los “preferidos de Jesús”. Abandonó la tranquilidad y comodidad de la Parroquia Don Bosco. Se metió en el barrio y se comprometió tanto con esta realidad que se vino a vivir al Barrio.

Quiso vivir de esta forma el Evangelio. Se involucró mucho con la vida de la gente de este barrio. Y se enamoró. Conoció el amor de una mujer, Juanita. Se unió a ella, a cambio de ganarse  la marginación, el menoscabo y a veces el desprecio de muchos en ese momento.

Defendió y acompañó a los más pobres del barrio. Y se enfrentó con el poder político de la época.

Todo esto ocurrió cuando estaba en el gobierno Isabel Perón y López Rega era su nefasto Ministro. Son ellos quienes finalmente lo secuestran y asesinan el 2 de febrero de 1976.

De la conversación con el Padre Roberto nos quedó la certeza de que José Tedeschi, sin dudas, había sido todo un  ejemplo de vida: un sacerdote veraz y profundamente cristiano.

Segundo paso: Juanita

         Siguiendo nuestra búsqueda de testimonios, fuimos a conocer a Juanita, esa mujer que José eligió para compartir su vida como hombre y como cristiano. Ella, supimos luego, sería la madre de su hija.

         La encontramos en “la Salita” de Don Bosco donde aún hoy trabaja como asistente. Cuando le transmitimos nuestra intención de conversar, con mucha amabilidad y disposición accedió a contar su historia.

Nos contó que en los años ´70 el Barrio Itatí estaba en proceso de formación. Acudían al lugar gente del interior del país y de países limítrofes: sobre todo paraguayos y chilenos en búsqueda de un lugar para vivir, corridos de sus lugares de origen por la necesidad.

No había alcantarillas, ni agua, ni luz, ni calles y tampoco veredas. Tampoco se oficiaba la misa en el lugar, había que ir a la Parroquia de Don Bosco.

La situación de hacinamiento y privación de muchas familias era angustiante.

En esos tiempos, recordaba, se conseguía trabajo, pero la mayoría de las personas no tenían documento. Ser “villero” e indocumentado dificultaba mucho acceder al trabajo.

Cuando José Tedeschi es asignado a la parroquia de Don Bosco, comenzó a dar misa adentro de la Villa, lo que lo llevó a tener un enfrentamiento con la jerarquía eclesiástica del momento. Decían que para escuchar misa, los vecinos del barrio tenían que ir a la Parroquia. Y le recomendaron no frecuentar mucho la “Villa”…

Lejos de acatar las órdenes de la jerarquía, José se acerca más y profundiza su vínculo con los vecinos del barrio, sobre todo los más pobres y marginados. Esto fue visto por sus autoridades como un “desacato” y el enfrentamiento fue fuerte. José no quería apartarse de un camino de compromiso. Abandona la estructura eclesiástica y se viene a vivir al Barrio, para compartir desde aquí su vida y su manera de ser cristiano.

También nos contó que su “opción preferencial por los pobres”, como llamaba a esta opción de vivir el cristianismo, era una tarea que no hacía solo. Formaba parte de un grupo de sacerdotes de todo el país que luego se llamó el “Movimiento de los Sacerdotes por del Tercer Mundo”.
La fiesta de Navidad en la casa de José, recuerda Juanita, era de largas mesas compartidas con los vecinos más pobres. Todo esto lo hacía José de buen ánimo, luego de regresar de su trabajo.

Tercer paso: algunos libros

Empezamos a averiguar y nos dimos cuenta que sobre el Movimiento de Sacerdotes del tercer Mundo había muchas cosas escritas. En Internet, un libro de un compañero de él, Domingo Bresci...

Leímos que en el plano político y social se habían abierto grandes expectativas con el retorno del Peronismo al gobierno del país, después de muchos años de prohibición de participar en elecciones democráticas.

Averiguamos también que había en la iglesia católica una fuerte búsqueda de renovación en el compromiso social y político.

Por lo visto, el Padre José no era ajeno a este clima de creciente participación popular. Y lo hizo desde su profunda convicción cristiana.


Cuartos  pasos: muchos vecinos

Una tarde estábamos reunidos y se nos acercó un vecino que no conocíamos. Nos preguntó si era verdad que estábamos haciendo la historia de “Pepe” Tedeschi. Al contarle las cosas que habíamos averiguado nos dio nombres de otros vecinos que lo conocieron. Muchos vecinos sabían de él. “Pepe” estaba más presente en la memoria de los vecinos de lo que nos habíamos dado cuenta.

De las variadas entrevistas que hicimos, averiguamos que José comenzó a ayudar a los vecinos recién llegados a levantar humildes casillas. Que acompañó peticiones a las autoridades del estado para conseguir documentación. Impulsó la organización de las personas para buscar soluciones a los problemas comunes: animó a los vecinos a la participación y la organización de una Cooperativa de Consumo…

Propuso organización en el barrio de los vecinos, y esto permitió solucionar algunas necesidades más inmediatas: la instalación de la red de agua, el tendido de la  luz eléctrica que no había, la construcción de la Sala de Salud del barrio.

Nos contaron los vecinos que cincuenta niños por año morían en la Villa debido a la crítica  situación que se vivía en el momento. La Sala de Primeros Auxilios fue organizada por el Padre José. Fue la primera que existió en el barrio y luego fue la Sala de Salud.

Con el trabajo barrial se pudieron construir los primeros grifos de agua de uso común en el Barrio. Y se instalaron los primeros medidores de luz eléctrica. También se construyeron vereda, muchas de las cuales son las que pisamos todos los días al salir de casa.

Todos estos logros fueron posibles con la participación organizada de los vecinos.

José era carpintero y había elaborado con los vecinos un proyecto de vivienda y de un tanque para proveer agua al barrio. Las casas, para el proyecto que tenía en mente, no debían ser “palomares”, sino humildes casitas, sencillas, a la medida del hombre, pero que tengan espacios para los chicos, para las  mascota e incluso gallinas.

Por lo que averiguamos, al padre José acudían personas con distinto tipo de necesidades y él siempre trataba de encontrarles alguna solución. Su forma de actuar buscaba una amplia participación de la comunidad. Todas las decisiones eran debatidas y acordadas por los interesados.


Compañeros de camino

En la búsqueda de otros testimonios, fue Juanita quien nos presentó a Claudia, compañera de sus actividades. Claudia es hija de Feliciano, quien conoció y compartió actividades con “Pepe”. Y fuimos a buscarlos…

Los encontramos trabajando en compañía de Alfonso, en la construcción de una casita. Accedieron a una entrevista en la cual nos cuentan que los dos conocieron a José  y trabajaban con él en tareas organizadas para beneficio de la Villa.

Nos relataron conmovidos los trabajos y las alternativas del momento. Lo recuerdan ocupándose siempre de dar soluciones a las necesidades de los vecinos del barrio.

Nos contaron también del momento que conocieron, gracias a José al Padre Mujica. Notamos que en el relato, Alfonso hablaba en tiempo presente. Le preguntamos por qué. Y su respuesta fue: -porque él vive todavía entre nosotros...

Al concluir la charla, coincidieron los dos en afirmar que  José fue sostén y esperanza para los villeros de entonces y que nunca discriminó a nadie por nada…


Se enfrenta con los enemigos del pueblo

Con este tipo de proyecto acude al Ministerio de Bienestar Social (lo que hoy sería el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación). Pero en esos tiempos gobernaba María Isabel de Perón, conocida como “Isabelita”, viuda de Perón (había fallecido el 1º de Julio de 1974).

Al frente de ese Ministerio estaba López Rega, un personaje siniestro (lo llamaban “el brujo”) quien había desatado una feroz persecución contra los luchadores populares. Ese “súper-ministro” se había ganado la confianza de Isabel y tenía mucho poder en el gobierno. Desde el poder del gobierno y a través de una organización ilegal asesina, la Triple A, los sectores más comprometidos con el pueblo fueron silenciados con la muerte, la persecución y el miedo. En una entrevista con José, “el brujo” rechazó sus pedidos y terminó la charla amenazándolo de muerte.

José no se amedrentó y siguió con su actividad, organizando la cooperativa. Poco tiempo después comienzan a perseguir, secuestrar y asesinar a varios de sus colaboradores.


Se acerca el final

Tres días antes de la desaparición del Padre José, un estrecho colaborador, conocido como “Vargas”, es secuestrado y asesinado. El Padre llama a los vecinos a reunirse para considerar su situación. Deciden hacer una celebración para orar por el compañero muerto y amasan pan para compartir en la ceremonia. Allí, según los testimonios, José comentó:- Hoy es Vargas, mañana puedo ser yo.

Esto ocurrió un sábado, el lunes siguiente lo fueron a buscar a él.

José volvía de trabajar. Juanita vio un Torino blanco rondando el local de la Cooperativa y le avisó a José. El no quiso preocuparse. A las 4 de la tarde acude al local. A los pocos minutos, se estacionó el Torino frente al local y rápidamente bajan dos enormes sicarios que preguntan: -¿Quién es José Tedeschi? Y José responde: - Soy yo. Lo toman violentamente y lo arrastran hacia el auto. José se resiste y clama por ayuda.

Ante el grito acude Juanita, que embarazada de 9 meses, increpa fieramente a los asesinos que la apuntan con un arma. Uno de ellos ordena -Cargála a ella también.

José, entonces, cesa la resistencia y les dice a sus captores: -A ella no. Es golpeado en el rostro y subido al Torino. Las últimas palabras que recuerda Juanita de él son: -Salvá a la beba.

Esto sucedió el 2 de febrero de 1976. El día 18 de ese mismo mes José aparece asesinado en La Plata, con signos de torturas en su cuerpo[1].

Su hija Itatí nació el 19 de febrero.

Se cumplió el deseo de José de que su hija lleve el nombre de la Villa que él quiso tanto.





Grupo Juvenil “Bad Boys” - ETIS


[1] El 27 de febrero de ese año, conmovidos por este hecho, más de veinte sacerdotes y pastores se reunieron en la Iglesia de la Santa Cruz de la Ciudad de Buenos Aires. En esta reunión, se decidió oficialmente la conformación de un organismo dedicado a la defensa de la dignidad y los derechos del ser humano: el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH).

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